¿Y a dónde van los niños pobres mamá?
- Al mar.
¿Y puedo jugar con esos barcos?
-No son tuyos.
¿Y de quien?
…
¿Y las ranas?
…
¿Y los pescados?
- Son peces.
¿Estás segura?
…
Y ese olor. Y esa mancha en el agua. ¿Son del barco o son mías?
…
¿Y a dónde juegan los niños pobres mamá?
- En la tierra.
¿Al lado de las rejas?
- Detrás, al lado de los bosques.
¿Se puede?
…
¿Y puedo jugar en los bosques mamá?
- No son tuyos.
¿Y los incendios?
…
¿Y como el aire juega con los árboles?
-Ellos ya pagaron.
¿Y yo debo pagar?
…
¿Mamá, qué se hace con los niños pobres?
…
Mamá, quiero ser pobre.
-¿te quieres ir al cielo?
Los niños pobres no van al cielo.
Desde pequeños se nos dijo que debíamos crecer como los mejores, para ser los mejores en la vida. Buenas notas, buena alimentación, buen pasar, buena familia, buen vivir, que los demás tuvieran una buena opinión de ti, para terminar en una buena universidad con buena gente. Desde que la memoria se convierte en aliado y verdugo, el tener es un buen sinónimo de todo lo anterior. El tener individual claramente. Esa persona es exitosa o está bien porque así lo ostenta; porque su capacidad adquisitiva lo confirma.
Pero ¿qué sucede cuando no puede ser así? ¿Qué sucede cuando se decide ser o estar del otro lado? Cuándo se dice: yo no puedo tener eso, yo no quiero pagar eso.
En nuestro país: ¿Se puede decidir ser pobre?
¿Se es pobre con dignidad o la pobreza es un mal a extirpar en cómodas cuotas mensuales?
Algo debe cambiar en nuestra idea país con respecto al concepto de progreso. Algo en el manoseado, en incluso violado, concepto de igualdad debe "honestearse". Porque en la forma, la señora ama de casa, que sólo vive del sueldo "ético" de su marido, puede tener lo mismo que la señora que vive del Sobresueldo ético de su marido; pero en el fondo, cuándo la señora del sueldo "ético" se enferma y debe esperar entre 8 y 12 horas en el servicio de salud pública, se da cuenta que el plas-progress le llega hasta el plasma no más. Porque de la isapre... ni hablar.
Y de educación… mejor preguntémosle a nuestra perita ministra. Ella sabrá responderle a ese niño cuando le pregunte:
¿QUÉ SE HACE CON LOS NIÑOS POBRES?
Por el camino que lleva a belén los educa.
Foto y Texto Cristian Aravena Aravena.
- Al mar.
¿Y puedo jugar con esos barcos?
-No son tuyos.
¿Y de quien?
…
¿Y las ranas?
…
¿Y los pescados?
- Son peces.
¿Estás segura?
…
Y ese olor. Y esa mancha en el agua. ¿Son del barco o son mías?
…
¿Y a dónde juegan los niños pobres mamá?
- En la tierra.
¿Al lado de las rejas?
- Detrás, al lado de los bosques.
¿Se puede?
…
¿Y puedo jugar en los bosques mamá?
- No son tuyos.
¿Y los incendios?
…
¿Y como el aire juega con los árboles?
-Ellos ya pagaron.
¿Y yo debo pagar?
…
¿Mamá, qué se hace con los niños pobres?
…
Mamá, quiero ser pobre.
-¿te quieres ir al cielo?
Los niños pobres no van al cielo.
Desde pequeños se nos dijo que debíamos crecer como los mejores, para ser los mejores en la vida. Buenas notas, buena alimentación, buen pasar, buena familia, buen vivir, que los demás tuvieran una buena opinión de ti, para terminar en una buena universidad con buena gente. Desde que la memoria se convierte en aliado y verdugo, el tener es un buen sinónimo de todo lo anterior. El tener individual claramente. Esa persona es exitosa o está bien porque así lo ostenta; porque su capacidad adquisitiva lo confirma.
Pero ¿qué sucede cuando no puede ser así? ¿Qué sucede cuando se decide ser o estar del otro lado? Cuándo se dice: yo no puedo tener eso, yo no quiero pagar eso.
En nuestro país: ¿Se puede decidir ser pobre?
¿Se es pobre con dignidad o la pobreza es un mal a extirpar en cómodas cuotas mensuales?
Algo debe cambiar en nuestra idea país con respecto al concepto de progreso. Algo en el manoseado, en incluso violado, concepto de igualdad debe "honestearse". Porque en la forma, la señora ama de casa, que sólo vive del sueldo "ético" de su marido, puede tener lo mismo que la señora que vive del Sobresueldo ético de su marido; pero en el fondo, cuándo la señora del sueldo "ético" se enferma y debe esperar entre 8 y 12 horas en el servicio de salud pública, se da cuenta que el plas-progress le llega hasta el plasma no más. Porque de la isapre... ni hablar.
Y de educación… mejor preguntémosle a nuestra perita ministra. Ella sabrá responderle a ese niño cuando le pregunte:
¿QUÉ SE HACE CON LOS NIÑOS POBRES?
Por el camino que lleva a belén los educa.
Foto y Texto Cristian Aravena Aravena.
